2013/11/06

El descubrimiento de Alice Munro

Desconozco las razones por las que mis escritores favoritos son, por lo general, hombres. He de confesar que he leído escasas novelas, relatos o poemas escritos por mujeres. Y no es misoginia. Mis cantantes favoritos son casi todos mujeres: Amalia Rodrigues, Patti Smith, Ute Lemper, Ella Fitzgerald, Françoise Hardy...

A raíz de la concesión del premio Nobel a la canadiense Alice Munro, he comenzado a leer algunas de sus obras. La primera ha sido La Vida de las mujeres, una novela de 1971, y ahora estoy con el libro de relatos El progreso del amor, de 1986. La verdad es que los títulos de ambas no son representativos del contenido que guardan los volúmenes. Son títulos un tanto naif, casi diría que cursis, pero los textos no lo son en absoluto.


Se trata de una escritura realista, en la que las situaciones se suceden en la zona rural en la que la autora creció, en la provincia de Ontario. Una vida complicada, con historias a veces desesperantes, algo crudas las más, pero por las que circula un halo de poesía que las hace soportables.

Alice Munro, que ya supera los ochenta años, no podrá acudir a Oslo para recibir el galardón, por problemas de salud. No importa demasiado, ya que tenemos sus libros para disfrutar. Mi aterrizaje en su obra ha sido casual, ya que los últimos Nobel que he leído han sido Elfriede Jelinek (otra mujer) y el sudafricano Coetzee, aunque no acostumbro a leer premiados con el Nobel porque sí. En este caso, he de reconocer que ha resultado estimulante. Probablemente es la escritora con la que más me he identificado hasta ahora, que más me ha atraído a sus páginas, y eso que descarta los artificios a la hora de contar historias.
  • La vida de las mujeres. Alice Munro. Lumen, 2011
  • El progreso del amor. Alice Munro. RBA, 2009

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