Muchas han sido las opiniones apenadas por ese hecho. Las gentes decían que era lamentable que este hombre, tan dotado para la escritura, entretuviera su vida en otros menesteres. Pero contra la voluntad del autor, no hay argumentos. Críticos, colegas, lectores impacientes, enviaban mensajes a Rulfo con una única pregunta: ¿Escribirá usted otra obra maestra? Y el de Jalisco, sin despeinarse, les contestaba con la célebre: Preferiría no hacerlo.
Leer "Pedro Páramo" es sumergirse en un mundo desconocido, abisal. Un mundo de murmullos, de evocaciones, de amarguras. Un mundo en el que se cobijan los duendes. Es indudable la dificultad de acceder a esos mundos para quien acostumbra a leer a Ken Follet, pero quien lo logra disfruta en cada párrafo, en cada renglón.
En mis tiempos, hoy no lo sé, era lectura recomendada en bachiller. Acompañaba a Machado, Azorín o Pío Baroja. Creo que debería seguir siendo lectura obligada para adolescentes y lectura indicada para adultos. Y qué decir de "El llano en llamas". Nadie en su sano juicio puede sustraerse a su belleza. Cuentos para releer, en especial el que otorga el título al volumen.
En estos pequeños tesoros dejó depositado su arte el mexicano Juan Rulfo Vizcaíno. Una breve, pero enjundiosa, aportación a la literatura mundial. ¿Para qué escribir más?
- El llano en llamas. Juan Rulfo. Compactos Anagrama, Barcelona 1993
El título de la entrada es genial! Cuando termine de leer todo lo que tengo empezado, me pongo con Rulfo, que me has convencido! :P
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