2008/07/02

Del vértigo de Sebald al spleen de Pamuk




Ando tarde con las reseñas de libros, pero intentaré ponerme al día. Terminé hace ya semanas "Vértigo" de W.G. Sebald, el autor alemán del que antes reseñé "Los anillos de Saturno". Es esta la primera obra que se tradujo al castellano y el libro es una delicia., para mentes sensibles, que no sensibleras. A quienes les chiflen los pilares de la tierra y similares, que se abstengan.

Aunque la semblanza del doctor K: , supuesto sosias de Frank Kafka, es una maravilla, la parte que más me ha gustado es "Il retorno in patria", que recoge su regreso al pueblo en que nació, tras 30 años de ausencia, y la descripción de los personajes que lo pueblan. Resulta una lectura altamente recomendable.

Y pasamos al siguiente, "Estambul", de Orhan Pamuk. Autor de moda, gracias al Premio Nobel de 2006. Conozco a Pamuk por "El castillo blanco" y "La vida nueva", mejor el primero sin duda. Pero vayamos con su último libro publicado. Él lo llama amargura, pero podría llamarlo fado, melancolía, o de otras mil maneras. A Pamuk, la vieja Constantinopla le puede. Ha estado viviendo lejos de ella, en Estados Unidos, pero siempre ha vuelto a su ciudad, a su "edificio Pamuk", a su Bósforo, a sus casas ardiendo.

Tras leer el libro te entran ganas de ir a Estambul o de no ir a ninguna parte nunca más. Así de ambiguo me parece todo. Y que decir de las peleas con su hermano mayor, que me han recordado las propias, o de las primeras exploraciones sexuales y su novia-modelo, pintada de todas las formas posibles. Una delicia, tan sólo empañada, a veces, por las demasiado detallistas descripciones de pinturas y libros antiguos sobre Bizancio.

[Datos: "Vértigo", W.G. Sebald, Ed. Debate y "Estambul", Orhan Pamuk, Debolsillo 2007]

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