
Resulta todo demasiado redondo para ser real, o por lo menos para ser más creíble. Las hazañas sexuales de Axel Vander, el viejo protagonista, tampoco es que vengan mucho a cuento. Y la investigación de la chica, que descubre que Vander no es Vander, sino un amigo de Vander que se hace pasar por él, está un tanto vista. Amén del sobado asunto del judío que no se comporta como un buen miembro de su comunidad.
Dicho esto, y esperando que alguna otra novela de Banville me entusiasme más, ruego al lector que no considere el comentario como un ataque directo al libro. Simplemente es mi opinión, seguramente equivocada, sobre "Imposturas". Prometo seguir la pista al irlandés.
["Imposturas", John Banville, Anagrama, Barcelona 2005]
No hay comentarios:
Publicar un comentario