
Aunque soy un entusiasta de los autores austríacos (Thomas Bernhard, Robert Musil, Hans Lebert, Joseph Roth), también me encanta la novela rusa, de la que me queda mucho por descubrir. Recientemente leí una pequeña joya de Dostoievski, "El Jugador", pero hay que entrar en sus grandes novelas, como en los cuentos de Chéjov o las obras maestras de Goncharov, especialmente la genial "Oblómov", una historia maravillosa. Y no digo hoy nada de Tolstoi, el gran maestro. En fin, otro día escribiremos más sobre Rusia, Ucrania y sus grandes escritores. Lo prometo.